Salvador Allende, la poesía y los poetas
Salvador Allende, la poesía y los poetas. 11 de septiembre de 2012. Homenaje en Amsterdam.
Las últimas palabras de Salvador Allende:
Allende fue un amante de la poesía, y varios de sus amigos fueron poetas, entre ellos Neruda y De Rokha. Incluso escribió poesías durante su juventud.
Aporte de Luis Aguilera González
Presidente Sech IV Región (Sociedad de escritores de Chile)
Desde el momento de su muerte -y quizá desde antes- el presidente Salvador Allende emerge como un personaje que pasaría a ser parte de la memoria popular. Memoria que conserva, sobre todo, la figura del presidente combatiendo en defensa de su pueblo, atrincherado en el palacio de La Moneda sin más compañía, al decir de Neruda en sus memorias, que el corazón envuelto entre las llamas. Una honda imagen poética, sin duda. Preguntamos, al poeta Raúl Zurita, si creía que la muerte de Allende en La Moneda, desde una óptica poética, podría considerarse un acto épico mayor. "Mi respuesta -nos dijo- es muy simple: Sí". Estamos de acuerdo con la aseveración, pues fue un acto digno de ser cantado en el tiempo. De hecho, las propias palabras finales de Salvador Allende, despidiéndose de su pueblo, están construidas con frases equivalentes a versos mayores: "no se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos" (...) "Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa: me seguirán oyendo" (...) "Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor".
Allende fue un amante de la poesía, y varios de sus amigos fueron poetas, entre ellos Neruda y De Rokha. Incluso escribió poesías durante su juventud. En el libro de Diana Veneros "Allende" (Ed. Sudamericana, 2003), ésta cita el poema "Angustia", publicado por el futuro presidente en 1929, a los 21 años, en el periódico Viña del Mar.
No es la finalidad de estas líneas realizar un análisis del poema de Allende. Sólo diremos que tanto en este texto, como en el fragmento transcrito, de sus últimas palabras, se percibe su sentido de futuro, de esperanza. Existe en sus expresiones, una fuerza que le hace creer siempre, que es posible vencer las adversidades, sean cuales sean las circunstancias. Es el mismo sentido sobre el que escribiría el poeta Patricio Manns durante su exilio: "Nunca el hombre está vencido,/ Su derrota es siempre breve". Allende así lo creía. Es el mayor legado que nos deja: "El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse".
ANGUSTIA Escrito por S.Allende a sus 21 años, en 1929)
Calma un instante tus angustias locas,
pobre corazón mío,
Si sientes que te oprime el hondo frío
de las nieves eternas y las rocas
Pronto a este invierno seguirá el estío
Pero tiene la vida amargas horas de implacable duelo
Las tiene el ave, que en la selva
herida, arrastra su nidal de rama en rama.
Las flores que hacia el suelo pálidas doblan sus marchitas hojas
La virgen infeliz que sufre y ama
Y devora en silencio sus congojas.
La desolada madre que en pedazos, siente su pobre corazón partido, al ver que para siempre se ha dormido
el hijo de su amor entre sus brazos.
Y hasta la mar inmensa que batalla con su dolor a solas
y, sollozando, vierte sobre la playa
cual torrentes de lágrimas sus olas.
Pero no todo es duelo ni quebranto,
ni jamás es eterna la agonía.
Y surge a veces el placer del llanto
como tras la noche surge el día.
No sufras, corazón, calma un instante
esa angustia letal que te domina
y ten valor en la áspera jornada.
Tu alegre despertar no está distante
Ya el oscuro horizonte se ilumina
Con todo el resplandor de una alborada!